hasta hace no mucho tiempo la patrona podía jugar con las palabras. De vez en cuando sacaba algún cuento de la galera, o algunos versos, y los masticaba lentamente, y también los escribía. El personaje tenía tiempo para ver una flor que se abría, para dar vueltas y tomar cafecitos en los bares, Hoy ya no. en un año, tan sólo en un año la vida de la Patrona cambió , dio un giro copernicano, y la jóven mujer tiene a menudo vértigo, cansancio, ansiedad, sensación de no llegar a terminar lo que desea, sentimientos de culpa por ser o no poder ser lo que se había propuesto. A cambio el paso por el mundo del trabajo la ha engrandecido, ¡es tanto lo que ha aprendido! Se siente valorada, parte de grupos humanos cálidos, sabe que su profesión tiene sentido, que no fue en vano haber dedicado su vocación al teatro. La vemos regresar por las tardes a su hogar, prefiere cualquier programa de televisión hasta el mas tonto, no tiene ganas de leer novelas largas que antes tanto le gustaban, ahora abraza a sus hijos con la alegría del reencuentro por la noche, y se siente muy cansada, pero ...feliz.