crónicas del fernet con coca II "una novia insoportable"

Viernes 11 del 11 del 2011  . En el mundo entero una paranoia de portales abiertos, de cambio de era, de paso de la era de no se que signo a la de Acuario,  meditaciones masivas en el Uritorco, en el planetario en Buenos Aires, turistas que llegaban en masa  a Capilla del Monte ( parece en joda, pero fue tal cual!), acá en Mansueto había un casamiento tradicional, de cien personas. pero no. No era tan tradicional, se trataba de unos novios treintañeros, ya convivientes, con casa propia hecha a pulmón, y  que sellaban largos años de  convivencia con este casamiento. Muchos pedidos, muchos paréntesis de parte de la novia, uno solo  y contundente de parte del novio: "me quiero llenar". Y ése fue mi norte: hacer que la fiesta fuera bien servida, novios e invitados ¡a llenarse!  y lo cumplí. pero fue extenuante, de entrada preparé una bandejita para los novios (sentados junto a padres de ambos en largo tablón mirando al salón) , y en cuanto llegó la bandejita el novio retiró a manotazos los bocaditos para comerlos tranquilo.  En ningún momento abandoné la presencia en cocina, me apersoné y  supervisé todo, el ciboulette de los creppes, la presentación del plato principal, etc, pero siempre recibí la mirada hipercontroladora y hasta despectiva de los novios, muy hinchas, muy encima de todísimos los detalles por ejemplo: "la barra está lerda", (había tres personas a cargo),"las tortas se deben cortar mas chiquitas" (si hacíamos así , se desarmaban todas las tortas, eran muy delicadas), y esta fue la frutilla en el postre: " el papel higiénico del baño no es bueno", aclaro: de Makro, blanco y fino, no de lija oscuro y barato., experiencia mortal, para nosotros la fiesta salió hermosa, trabajamos todos en equipo, la comida fue exquisita, buenas bebidas y generoso servicio, les hicimos unos preciosos centros de mesa con gerberas rojas,  muy linda música y luces y todo bien, ningún problema grave, los que se fueron felices fueron los invitados, a quienes pregunté bastante qué les había parecido, la respuesta era "todo excelente", en fin, gajes de este oficio de  patrona nomás.

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