domingo, 11 de octubre de 2015

PROXIMAMENTE: El cumple de la tía Mary

Hace unos tres o cuatro años en Mansueto1912 y de Capelina, ¿viste?

con su hija y su nieto Rodrigo
tren de las sierras con cadera dolorida! Sonrie a pesar de todo!



Domingo, un día para pensar, tranquila pienso en una  canción, una viejísima canción que solo mi tía Mary podía cantar, tal vez  mi tía que tenía una hermosa voz, tomó la canción de Jorge  Cafrune, pues era él quien la cantaba, "La cautiva"....

la mente y la imaginación se me van hacia territorios lejanos, poblados por indios pampas que organizaban malones para buscar mujeres blancas... Pienso, en la juventud de esa chica que la cantaba,  y sigo pensando en la construcción de una relación  tan linda como la de tía y sobrina.

Se me hace que he heredado el parecido físico, mucho de la familia de mi padre, y sobre todo la vocación teatral, la expresión. ¡cuanto tienen que ver nuestros familiares  en la construcción de nuestra propia vida! La importante huella que dejamos sin querer en nuestros sobrinos, primos, y ¿porqué no? más cerquita, en nuestra propia pequeña familia.
 Hoy veo como es  construir un relato de vida, el difícil y al mismo tiempo hermoso acto de  construir la identidad, lo extraordinario de poder  forjar una sólida  amistad con amigos que no nos dejarán jamás a pesar de la vejez.
 Pensando en María Rosa pienso en cómo se hace para   construir una familia con todo el viento en contra, también pensando y trayéndola a mi desvarío de domingo la veo a mi tía como un paladín del trabajo, incansable, luchadora. sonrío al recordar sus fiestas, los disfraces, las salidas zafadas,   la fiesta de sus setenta años con todas las mujeres vestidas de Charleston,   pienso en que todos la quieren. Todos, toda su familia y sus amigos.
 En eso pienso hoy.



Dentro de unos pocos días la Tía Mary va a cumplir ochenta años.
cumple de Mary

Esa señora que brinda junto a sus hermanos, Fino y Olguita, ella, tan linda, es justamente mi tía Mary.

Su hija, la Gaby, tan linda como ella!
siempre posando, siempre elegante!
En estos días de octubre está por cumplir años, y por lo tanto hay un revoloteo en Córdoba de  invitaciones,  búsqueda de ropa linda, tacos cómodos y preparación de los pelos, tanto en los caballeros como en las damas que asistirán a tan  deseado evento. Porque -hay que decirlo- Nadie se pierde una fiesta de Mary, es garantía de diversión y alegría, y risas, y chistes al por mayor
en mi casamiento, junto a sus hermanas:Betty, María Elena y Olguita. ¡ELEGANTÍSIMAS!
Acá bailando en Iponá con Pablo Scheibengraff jovencísimo y flaquito.


Una tía que yo adoro, porque es loca, sexy, seductora y coqueta. Nunca se permitió dejar de ser empresaria de su propia vida. Tampoco le han faltado aventuras y romances, pues Mary  es romántica (ufff! ¡demasiado!). Maestra del el humor, a mi tía le encanta reírse y hacer reír a todo el mundo.  Y así es  como en estos días no hay nadie en  mi ciudad que quiera faltar a la fiesta, comamos o no comamos, no importa, bebamos vino o champagne, lo que sea será bueno, porque nos servirá para juntarnos en familia, escuchar uno que otro  poema grosero, bailar hasta que nos salgan callos y celebrar la vida de Mary a quien amamos y celebramos con toda el alma.

Y que siga  la vida con su  galería de fotos locas!




finísima junto a su hermano Pompi que se casaba con mi madre!




la foto es de abril de 1960!







Es

martes, 1 de septiembre de 2015

Claudia



Una triste noticia  me anuncia el wats app: En Jujuy murió Claudia Pemberton, una querida prima mía.

tan sólo treinta y tres años, un marido, una hijita. Claudia.

Vos naciste el mismo exacto día en que murió mi madre, la gorda, de quien ya he hablado en una nota anterior. ¡Cómo es la vida que nos da y nos quita!  Pues, para el tío Alejandro, el menor de los hermanos de Kiki, fue en un día perder a su hermana y tener a una hija el mismo día. La menor de tres hermosas hermanas, las chicas Pémberton : Patricita, Dolores y vos. Heredaste el porte maravilloso de tu mamá, alta, flaca, elegante, (no como la otra parte de la familia, cuya altura no supera el metro cincuenta y muuuchos de cintura también).
Yo en Córdoba, vos en  Jujuy, con toda la vida por delante, la infancia, la adolescencia, la juventud.  A mi me llevó un larguísimo tiempo hacer el duelo por la muerte de la gorda, sin vergüenza  admito que fueron diez años, Me dejó muy solita a los veinte años, muy solita y desvalida, y preguntándome a cada rato...¿porqué me abandonaste en este mundo, Kiki?

A lo largo de la vida dejé de preguntarme y me hice amiga de mi madre muerta.  Le perdono que se haya ido joven,  siento una profunda  lástima por esta madre que tuvo que dejar cinco chicos muy chicos, le perdono los errores, la busco en lo que a ella le gustaba y cuando me encuentro...me divierto con ella, recuerdo sus canciones, los dichos y refranes, la sonrisa con dientes postizos, sus pasitos de pies gordos, la faja de señora gorda y con artritis que con mis hermanos le ceñíamos, y sus abrazos gigantescos de madre enamorada. Cada día la quiero más y la tengo mas presente, y así vamos día a día acompañándonos en las presencias y las ausencias.

Y pasa que un buen día , no hace mucho, cerca de navidad, sentí una llamada, me sentí oprimida, como que necesitaba ir a Jujuy, necesitaba ir a Jujuy, era imperioso.


Kiki, la patrona (niña) y su padre
Hablé con Pepe, mi marido, faltaba poco para la navidad, no importaba, tenía que ir, y lo hice, dejé a mis hijos con su padre, tomé una mochila, algo de ropa, sin saber dónde me hospedaría, allí fui.














Jujuy.  San Salvador de Jujuy.




Apenas llegué, me tomé un taxi y me fui a lo de una grande,  María Luisa Soliverez, quien me acogió en su casa, con los cuadros, los gatos y el silencio compartido, y fuimos las dos a visitar a mi tío, y en el transcurso de la breve caminata María Luisa me contó que vos Claudia, no estabas en Jujuy, que te habías desmejorado, y que permanecías internada en estado casi desesperante en  Favaloro, Bs. As. Conmoción, dolor, abrazos con las primas, espera, alegría por la visita inesperada, y bueno... todo junto como cuando uno visita a la familia y ha llegado desde lejos.

Y a la tarde de ése mismo día, volvimos a la casa de Alejandro, a tomar un té y hacernos compañía.
Lo recuerdo como una de las cosas mas fuertes que me pasaron en la vida, en el minuto en que estábamos todos charlando,,,llamaron por teléfono desde Buenos Aires. Tu hermana Patricia tomó el teléfono y nos fue dando noticias, que ya estabas en quirófano, que había aparecido el donante, que un corazón estaba pronto a darte vida, y que podíamos empezar a rezar para que todo saliera bien. Y vinieron los abrazos y los llantos, y los mas abrazos y los mas llantos de felicidad, y asi pasó la noche y a la mañana tenías un nuevo corazón, Claudia.


Lo que vino después fue todo felicidad, tu recuperación, la vuelta a casa, el camino con tu padre, con tu marido y con tu hijita.  Recuperaste tu trabajo como maestra jardinera, te hiciste una casita para los tres, siempre con fuerza, con alegría y felicidad.

Hoy recibimos esta noticia de que ya no estás más,  y  te vamos a extrañar, y tu luz maravillosa nos va a encender cuando andemos tristes, pensaremos en tu sonrisa y tu alegría, Claudia, ¡que lindo que  fue compartir este tiempito de vida en la tierra junto a una extraordinaria persona como vos!

te regalo una foto de infancia de tus primos cordobeses en el jardín de Los Perales. ¡chau hermosaaaa!

sábado, 8 de agosto de 2015

La sorda y la ciega

 Parque Kempes




 Y se viene nomás el presente de nuestra vida, con todos sus  avatares! y nos damos cuenta de que el vaquero no nos cierra o tenemos que dejar de fumar para siempre, o bien las calorías nos dejan rollitos y  piernas gordas entre otros males. Y así sin querer queriendo,  decidimos,  con la amiga de toda la vida que,  en vez de sentarnos en una buena confitería un sábado por la mañana y arrasar con un calórico y fabuloso desayuno, hemos decidido (tambores de suspenso ....aunque sea una sola vez por semana... (otra vez tambores de suspenso...) SALIR A CAMINAR AL PARQUE!    

(ATENTI QUE NO SOMOS NOSOTRAS!!!)

No, efectivamente no somos mi amiga y yo las de esta foto.

Léjos de eso  quizás estemos mas cerca de  esta imágen
 ¡no tanto, no exageres!

A las dos nos encantan nuestros cincuenta y cuatro años, los disfrutamos a pleno, y la  anécdota viene ahora:  mientras caminábamos por el hermoso parque Kempes, de nuestra ciudad,  alcancé a escuchar un silbido, tal vez el canto de un pájaro, con alegría y efusividad miré a mi amiga y le dije: "¡que hermoso pájaro! que siga cantando y más fuerte!  pero...al instante me percaté de que no era un pájaro lo que estaba escuchando, SINO UNA ALARMA!!! Lisa, mi amiga me miraba azorada, como si yo hubiera estado consumiendo alguna sustancia tóxica o me hubiera vuelto loca de repente, y muertas de risa seguimos caminando y transpirando la gota gorda.


Unos trescientos metros y dolor de rodillas mas adelante,  ésta vez la pata la metió ella,  ya estábamos terminando nuestro entrenamiento y  mirando hacia adelante, como una media cuadra,   por la senda en que veníamos, ella mira un dulce animal que saltaba. Con énfasis y alegría mi amiga expresa de repente "-¡mirá, mirá, una liebre! ¡si, una liebre! Y esta vez fui yo quien la miró con extrañeza,  al acercarnos constatamos que no era una liebre, sino un perrito caniche toy, que saltaba junto a su dueña mientras ésta caminaba. Otra vez risas y  darnos cuenta de que en vez del Gordo y el Flaco, éstas dos amigas perfectamente pueden ser La sorda y la ciega, (mas risas de ambas y todo el disfrute de esta amistad entrañable y duradera).


(es un parque genial para gimnasia, caminatas, disfrute al aire libre, lo recomiendo para ir por la mañana o cuando no hay un mundo de gente).

lunes, 6 de julio de 2015

un Brunch para el tío que no está.

Hoy, 6 de julio, me invitaron a un brunch.



Se trataba de una reunión de las mujeres de la familia de mi marido, para conmemorar que hace seis meses que el tío Gustavo no  está mas con nosotros.

Gustavo era un hombre apuesto, altísimo y muy cuidado, de profesión ingeniero aeronáutico, además amaba la música y el jazz, y ejecutaba el saxo y la armónica. Era el segundo de los cinco hermanos que habían tenido Mansueto G. Tres varones y dos mujeres, una de las cuales mi suegra Marta.  La cuestión es que éste buen hombre no se casó nunca, aunque salió con muchísimas damas de la sociedad, viajó muchísimo, tuvo una hermosa casa en Villa del Lago, cerquita del Lago San Roque donde podía practicar esquí acuático o también Wind-Surf en tiempos mas cercanos, y al acercarse a los sesenta y cinco años decidió cambiar su situación civil y se casó con una mujer hermosa, de cuarentitantos, divorciada y con dos hijos, y de ahí en mas fueron muy felices y comieron perdices.  Y el tiempo fue pasando inexorablemente y nuestro tío Gustavo fue envejeciendo bien, pero como todo el mundo, siempre viajando, siempre inquieto, nunca dejó de  sostener su empresa de  aberturas de aluminio y perfiles, -una pyme que él había creado y que a menudo le daba pérdidas-, siempre veló por que la familia estuviera unida, con alegría y en armonía. Türid su mujer lo acompañó como una verdadera esposa, en todo momento, con entereza y cariño,  no es fácil estar al lado de un hombre con todas las letras, y Türid nunca se quejó, a pesar de que era difícil a  veces pasar los días.


Añadir leyenda
Gustavo murió  el año pasado, ya había cumplido los 90 y fue debilitándose poquito a poco. Toda la familia se reunió para despedirlo con un almuerzo, el día en que se  lo enterró junto a sus padres y hermanos  en el campo, en Pampayasta. Türid como es alemana decretó un almuerzo campero en una estancia preciosa, y se comieron empanadas, sandwiches, fiambres, postres luego del triste evento.
En Mansueto 1912, Turid, Gustavo y el tío italiano.





Hoy nos reunimos nuevamente, como la casa es relativamente chica, fuimos sólo las mujeres,
Y pasaré a describir el inolvidable y finísimo Brunch para estar  acompañando a Gustavo y a Türid, -la hacedora de ésta maravillosa reunión-.

Al llegar nos abrió la puerta  la recepcionista, ns hizo pasar, ya habían llegado algunas sobrinas y amigas de la familia, amigas de toda la vida, mujeres encantadoras. En la ancha mesa de vidrio del living se encontraban bandejas con brusquettas,  de salmón rosado sobre galletita finita, tarteletas con queso y caviar,  y múltiples canapecitos que tenían rúcula, palmitos, jamón crudo, etc ¡todo exquisito! al rato llegó a la mesa un pan con corteza dura -fatto in casa- pero ahuecado y relleno con salsa de queso caliente, rodeado el pan de mini  grisines para untar en el queso, una verdadera delicatessen.
Nunca quienes estuvimos en el ágape, dejamos de ver flores, arreglos hermosos en las mesas y en lugares de apoyo.  Cerca del living donde nos encontrábamos,  en lo que es el comedor de la  casa, se presentaban otras bandejas con canapés y jarras de jugos  exprimidos, de naranja, de pomelo y de limón con notas de jenjibre.¿las bebidas? fieles al estilo del Brunch se sirvió café en pocillos fabulosos, los jugos, obvio nada de gaseosas ¡por favor! y , eso si, Champagne durante TODO el evento. Las mujeres disfrutábamos de charlar y comer, también cantamos un par de canciones.










 Türid, tuvo una hermosa idea: en un rincón junto a los discos, colocó portaretratos con fotos de su marido y también  algunos objetos que habían pertenecido a Gustavo, objetos queridos, tal vez inútiles, un rosario de una tía, bellísimo, una hermosa billetera de cuero, lapiceras muy finas, y cosas que Turid nos permitió llevar si queríamos. Un antiguo reloj Longines que se salvó de un incendio, etc.
Y poco a poco el tiempo fue transcurriendo, ya cerca de la una y media de la tarde nos sirvieron un plato caliente: Flan de Hongos de pino, indescriptible lo exquisito del sabor  y la dosis justa, un poquito y un grisín finito para acompañar, siempre  nos servían nuestras copas de cristal con champagne en temperatura justa, no frappé, no templado.
Y se nos invitó a las señoras a servirnos el postre -o mejor dicho, los postres- En una mesita aparte junto a platos pequeños, tenedorcitos y cucharas de plata, se habían dispuesto bandejas con preparaciones suizas, bocaditos de manzana, manteca y nueces, una gran torta brownie sin nada de  harina, en honor a Magdalena que es celíaca, y para coronar la reunión llegó una Isla flotante con salsa de dulce de leche y ¡tocino del cielo!   Casi nadie lo probó, dado la hora y todo lo que habíamos comido antes,  salvo  la patrona, quien escribe estas líneas, y quien disfrutó hasta el último minuto de una reunión tan exquisita -sic- e inolvidable.

domingo, 10 de mayo de 2015

Hablo de la gorda, mi madre.

ella y yo, bebé.





Hablo de Ella.


Hoy es 10 de mayo, hace poco fue miércoles 6. La semana se cortó en un miércoles en donde no tuve ni un segundo de respiro para desearte a vos, mamá,  un profundo ¡feliz cumpleaños! 
Vos sabés que soy tu única hija mujer, y que no tenemos nada -o casi nada- en común, y hablo en presente, porque para mi vos estás y sos presente. Yo tenía apenas veinte años cuando te moriste, y vos sólo unos nada cuarenta y cinco, en aquel enero árido del 82. Ese enero que sirvió para terminar de pensar en los  todos los eneros como uno de los meses que más me cuesta sobrellevar. El mes de  enero es igual a calor, a capricornio y los cumpleaños,  a ruido de vacaciones y en el medio de todo el recordar que vos te fuiste también en esos días. 

     Hoy sin embargo no quiero volver a la nostalgia triste, he decidido firmemente desde hace un tiempo aprovechar todo lo que la vida me brinda, aún con su dolor. Tal vez sea que tengo una vida linda y agitada, tal vez sea por ésta casa tan hermosa donde vivo, pues los árboles, los amaneceres, las estaciones,  me demuestran que todo renace, y que no hay invierno que no se pase, y que si uno las riega las plantas crecen, y que los pájaros siguen cantando y haciendo nidos y los perros juegan y los gatos también, que los chicos crecen  y que el Hombre busca la vida, el alimento y la esperanza en todos y cada uno de sus actos, con alegría y con fuerzas, así que no hay depresión ni dolor cuando uno piensa en quien no está sino que siempre estamos dejando nuestra  huella, enseñanza , consejo y amor,   por mas que ya no estemos más en este mundo. 


Mi madre, María Laura Pemberton, nació en Jujuy en mayo de 1936. Sus padres eran María Laura Oyuela, una mujer porteña cultísima, que adoraba Jujuy,(y de quien ya redacté una nota en este mismo blog hace ya un tiempo), y mi abuelo Hugo Pemberton, médico pediatra, un dulce y también estricto, y también querible y entrañable abuelo al que conocí poquito.


 Laura era la mayor de cinco hermanos, en este momento viven ya solo dos, que son mis tíos Huguito y Alejandro,( en esta foto están mirando un celular).
 Las tres chicas están divertidísimas  en otro lugar del universo, liberadas ya de nosotros, los hijos,  y de  los maridos. Liberadas de sus cuerpos y del dolor de huesos, felices ríen mientras toman  el té y charlan a lo loco  como hermanas. Así por lo menos me gusta imaginar ésta etapa de ausencia, tanto de mi madre como de mis tías Mele e Inesa, a quienes adoré también por sus enseñanzas y el inconmensurable cariño que nos prodigaron a los hijos de Kiki (así le decían a María Laura), siempre.

Kiki y su familia vivieron en Jujuy, mi abuela -una verdadera Diosa en la tierra- tuvo tres hermosas casas: una, la casa familiar con consultorio de doctor, estaba en una de las calles principales de San Salvador de Jujuy. La recuerdo como una casa imposible de describir de lo bella, con patios internos llenos de santa ritas fucsias y encarnadas, además de estrellas federales, que en la zona subtropical se dan de maravillas, una casa bien de Gabriel García Márquez, con el reloj inglés que marcaba las horas y las mediahoras, los patios que se iban abriendo mientras unos iba entrando, el principal, el segundo -de la servidumbre y las tareas de cocina, lavado y planchado- y el tercero del fondo, con gallinas largas sogas para colgar la ropa.
 Hacia el frente, la casa era preciosa, un living inmenso, balcón hacia la calle, las habitaciones eran amplias y luminosas, y, en el gran cuarto de mi abuela y abuelo  había un gigante ropero pleno de ropa, desorden y misterio.
Para los fines de semana, y descanso del doctor, estaba la segunda casa. que era una hermosa y señorial residencia  y se encontraba  a uno o dos kilómetros del centro, en el barrio de Los Perales.
  Mi abuela, la diosa, Beba, de quien ya conté su paso en esta tierra, necesitaba de verde, de estanques, de pájaros, de robles, y de hortensias. Con mi abuelo habían podido crear este segundo hogar de reposo y de visitas . La casa tenía una extraordinaria galería con pisos en damero blancos y negros, y por dentro un enorme comedor con mesa larguísima y muchas sillas alrededor, coronando la mesa se ubicaba un  mueble aparador, de gran tamaño y   altísimo pues también los techos eran altos en aquellas casas  jujeñas. Siempre había mosquiteros, telas metálicas, en las ventanas, un poco para prevenir las picaduras, otro poco pues los ingleses han tenido siempre un muy mal recuerdo de los paludismos y las malarias contraídos por sus ciudadanos  en sus aventuras expansivas y conquistadoras.
 La casa del barrio de Los Perales se extendía en un gran terreno hacia la cuesta, aún hoy ¡por suerte! hay maravillosos árboles con lianas, pájaros y toda humedad del trópico.


Remo Bianchedi, cielos de Tilcara.
Pero como todo les era poco a mis dos abuelos divertidos y pudientes, se aventuraron en la Quebrada de Humahuaca, el delirio del color para los ojos porteños de mi abuela la diosa. El delirio de la aridez y la aventura, y del cuidado de la salud para los ojos británicos de mi abuelo Hugo Pemberton, y allí fueron e hicieron una tercera casa para las vacaciones de los chicos, en la localidad de Tilcara.
 Es imposible de contar lo que es Tilcara, es un capítulo aparte, Tilcara es la belleza en si misma, los cerros, el cielo,  las callecitas, las personas, la plaza,  la iglesia, el sol brutal de la mañana, las sensaciones mas lindas que existen,  en pocas palabras, éso es el pueblito de Tilcara, a orillas del Río Grande.
Y entre esas tres casas y esa familia transcurrió la infancia y juventud de mi madre, que se fue haciendo mujer con esencia jujeña, de copla, de sol quemante, de trópico y de pájaros, de humanidad necesitada, de coyas y chaguancos, y asi fue que decidió venirse a estudiar la carrera de Trabajo Social en la Universidad Nacional de Córdoba, a mil kilómetros de su tierra Jujeña, a mil kilómetros de sus padres, de sus casas, de su provincia tan querida, pero abrasando un nuevo futuro como mujer. ¡que coraje gordita de mi alma!
En un instante me percaté de que hay un detalle que no he contado, no he dicho porqué a mi madre  le digo gorda...¡porque lo era! desde chiquita ella había sido robusta, de cara redonda y profundos ojos celestes, unos brazos hermosos y rellenos. Kiki era petisa, piernas cortas pero... tenía los tobillos finos, por lo que mi padre, con todo el humor cordobés, le decía que era como una gallina, de las mas finas obvio, la Orpintong Leonada, ¡una genial comparación!


Lo cierto es que la jóven jujeña desembarcó en tierras cordobesas e hizo su experiencia de estudiante, visitó hospitales, sacó buenas notas, obtuvo su título, y cuando ya había terminado la carrera, y se estaba por volver al pago que extrañaba... ¡se enamoró de un cordobés!  

 

domingo, 29 de marzo de 2015

no tener nada que escribir

no tengo nada en la cabeza, me angustia decirlo. Me pone mal,  Me gustaba mucho escribir y crear historias, me gustaba la creatividad de las letras, la intimidad con el papel o la computadora a solas En estos momentos me hago -como siempre lo he hecho, por otra parte- ¿Dónde está mi rol de Patrona que ya no tengo ganas de ejercer? ¿qué quiero hacer en estos tiempos de  la mitad de los cincuenta años? Y la respuesta me viene con el sol del otoño de éstos días: Nada. No tengo ganas de  ponerme grandes metas,  Quiero  no tener tantas obligaciones puntuales, quiero salir de la zona de mirada a la que me obliga el trabajo.
 Por el momento disfruto los momentos lindos, el desayuno sola o con la familia. Ir a dormir temprano con el "Peor es nada", con quien comparto mi vida y largas charlas profundas,  las reuniones con los amigos, los proyectos de mis hijos, y pensar en un futuro mas tranquilo. Me estoy desentendiendo de la pequeña empresaria, sin miedo, y con la mirada puesta en lo que venga mas adelante.
Voy haciendo conquistas en mi trabajo como  coordinadora de los talleres de teatro y  de literatura, voy incorporando saberes, tengo confianza en mi misma. Una confianza que nunca tuve, adoro tener estos cincuenta y cuatro años con fuerza y alegría, me siento muy bien, hay días, sin embargo, en los que tambaleo, y tengo miedo, y la plata no me alcanza, o no me organizo bien con las tareas, o no cumplo los objetivos que me propongo de antemano, en fin... me perdono, ¡ya los cumpliré! No hay porqué hacerse el Hara-Kiri, ésa es una de las grandes enseñanzas que aprendí al  ir cumpliendo años.

Unas imágenes  de lo que me divierte hacer, y del desorden de la patrona.
Un domingo de  fuegos en La Vinchuca de Oro, la casa de campo.
Otro domingo de postre en el desayuno, marzo en la casita de Saldán.
comienzo del fuego, con leña de espinillos.



llegan las papas en la negra sartén con aceite, al fuego nomás.


ahora viene el cerdo en lonjas,(trampa, ya estaba horneado) se le agregó caldo, vino blanco y romero.


Se calientan los dos recipientes a la viva brasa.

me refugio bajo la chapa que se ha caído con la tormenta.

¡que bien se ven los dos!

y van al plato las papas y el cerdo.

¡que rico!


El fuego me dejó con colores en la cara,¡ ha estado muy sabroso este almuerzo!

domingo, 1 de febrero de 2015

Muñecas de trapo

La época del descanso

Es el verano. el momento del descanso, del pensar en nada y estar con la energía puesta en el estar bien, aprovechar del sol y el río, adorar las noches profundas, descansar los pies, la cabeza y el alma. Verano de campo.

La lectura  nos atrae, nos busca: libros largos, novelas  dejadas a la mitad en nuestra mesa de luz, revistas con artículos buenos. Tiempos de hacer cosas ricas para la familia, tiempo para disfrutar de los hijos adolescentes y grandes, tiempo para el amor. En fin..El verano como  expresión del tiempo libre
 La patrona éste año ha elegido coser. darle forma a un antiguo y querido proyecto: Hacer muñecas de trapo, con paciencia selecciona las telas de los vestidos, diseña el cuerpo de la muñequita, busca restos de lanas para el pelo. De antemano sabe que pasará varios días entretenida en la tarea, pero ésta misma la hará muy feliz. Cuando la obra está terminada, la patrona se percata que es un juguete que le hace falta para hablarle, para quererlo.
Una muñeca de trapo que  le es tan cara y que representa tantas cosas para ésta mujer!










rodrigo con el muñeco.




el último que realicé, el varón.