Cumpleaños de mi amiga Ale, con poemas y charlas en invierno

Laura, como soy,  tal cual, en este invierno Alejandra me invitó a su cumpleaños, pocos días atrás en julio. Feliz, porque moría por una reunión de minas, me armé, me arreglé, compré el regalo, y empezó la diversión, charla, profu, superfi, de todo, ultracavitación, tele, Tinelli, maridos, ¡HIJITOS! colegios, prolapsos... en fin, lo de siempre, hasta que... pelé los poemas que le había llevado a la Ale, y concretamente  la maté, le leí uno de Pedro Salinas (que mas bien me define a mi) y otro que la define totalmente a ella, mujer bonita, con hijos, pero que siempre sufre y sufre, y lo dice, y lo afirma, y nunca está feliz a pesar de que pasan los años y cada vez está mejor, con marido que la banca, hijos sanos, casa en country, autos nuevos, viajes al exterior etc.  Así y todo ella se queja. el caso es que los poemas le encantaron, y yo me sentí feliz de la obra.  Grande Pablo!!!! -aparte: para pedirle fotos del cumpleaños la hablé por teléfono, ahora entiendo: hace veinticinco años que se ocupa de su madre viuda, ésta última que no tiene la menor intención de desmejorarse pero causa problemas tras problemas, y su única hermana de 57 años ha decidido  desembarazarse del tema cuidado, atención, remedios, cobro de pensión, peluquería, etc,- ¡cómo no va a sufrir mi amiga y su discurso trasladarse a lo largo de todos los actos de su vida!!! ¡qué poco entendemos a los que están cerquita nuestro!