Amigo (Pablo Neruda)
Amigo, llévate lo que tú quieras,
penetra tu mirada en los rincones
y si así lo deseas, yo te doy mi alma entera
con sus blancas avenidas y sus canciones.
Amigo -con la tarde haz que se vaya
este inútil y viejo deseo de vencer.
Bebe de mi cántaro si tienes sed.
Amigo —con la tarde haz que se vaya
este deseo mío de que todo el rosal
me pertenezca,
Amigo si tienes hambre come de mi pan.
Todo, amigo, lo he hecho para ti.
Todo esto que sin mirar verás en mi estancia desnuda:
todo esto que se eleva por los muros derechos
-como mi corazón- siempre buscando altura.
Te sonríes amigo… ¡Qué importa!
Nadie sabe entregar en las manos
lo que se esconde adentro,
pero yo te doy mi alma, ánfora de mieles suaves,
y todo te lo doy…
Menos aquel recuerdo…
Que en mi heredad vacía aquel amor perdido,
es una rosa blanca, que se abre en el silencio…
Con Ana Tenaglia y La negrita Cirera
mis amadas brujas, María José Revol, Marissa y Liliana Loutaif en festejo previo |
20 de julio de cualquier año.
Es como si fuera Navidad, en pleno invierno, toda la gente en este país se prepara para hoy, que es el gran día. Y es que un tierno habitante de nuestra tierra impulsó la creación de esta fiesta en la que se conmemora la llegada del hombre en la luna, y todos estamos locos, los niños, los adolescentes, la gente grande, los empresarios gastronómicos contando billetes, los vendedores de objetos pequeños, de flores, de bombones, todos. Los celulares se han bloqueado a causa de las llamadas y mensajes de texto, la gente sólo habla de la amistad durante estas 24 horas que están pasando, y bueno, es lindo... es bueno festejar el amor y el valor de la amistad. Sobran las palabras.
La poesía siempre es valiosa y me acompaña celebrando a la amistad, como un vaso de vino. Este poema es de María Teresa Andruetto.
Las amigas de mi abuela
Íbamos a verlas
los días de los muertos,
cuando la muerte no dolía.
Mi madre (que era hermosa y usaba
tacos altos) nos llevaba de la mano,
se pintaba la boca. Hablaban piamontés,
la palabra cerrada en la garganta a gritos.
Nos ponían vestiditos blancos de piqué
y volvíamos con olor a gladiolos,
a margaritas. Tenían una casa oscura
las amigas de mi abuela, y el tamaño
de un hombre. Ellos en cambio
eran flacos, frágiles como niñas:
se llamaban Geppo,Vigü,
Gennio, Chiquinot.
los días de los muertos,
cuando la muerte no dolía.
Mi madre (que era hermosa y usaba
tacos altos) nos llevaba de la mano,
se pintaba la boca. Hablaban piamontés,
la palabra cerrada en la garganta a gritos.
Nos ponían vestiditos blancos de piqué
y volvíamos con olor a gladiolos,
a margaritas. Tenían una casa oscura
las amigas de mi abuela, y el tamaño
de un hombre. Ellos en cambio
eran flacos, frágiles como niñas:
se llamaban Geppo,Vigü,
Gennio, Chiquinot.
con nuestra amiga la Patricia |
mediodía con amigas, en invierno! |
Sylvie Fauvart |
Y en este duro año, todos festejamos, con nuestros amigos cercanos o
lejanos, y los queremos y brindamos por su calor y la compañía.
Susana Verde y Marimé Bianchi |
Variadas fotos de gente que adoro, amigos del corazón, de la vida, vecinas que me acompañaron en la vida, y vecinas que están todavía al lado mío, los amigos de Teatro, la Sofi Waisbord, en fin, amigos, gente a quien adoro todos los días de mi vida.
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