martes, 11 de junio de 2013

Otoño, Sucedió algo inesperado.

Sin quererlo, sin buscarlo, ellos vinieron hacia mi.

Personas que no estaban en mis tranquilos días, y ahora enteramente. Personas, viejos y viejas, divinos, adorables, que hablan con palabras de antes, despacio. Viejos que provienen de  geografías diferentes y cuyos días transcurren en una una rutina  distinta. de gente grande.
Y ellos están ahora ahí, Pasen todos a mi nuevo trabajo.


en el Hogar de día La Justa, su séptimo aniversario, mayo 2013.

 La historia:
Fue durante una reunión con amigas, mis amadas, extrañadas y otra vez grandes amigas,
una de las chicas  contó  que hacía falta un profesor de teatro para los Hogares de día, para ese extraordinario  proyecto del Estado,  que es cuidar a las personas viejas que  necesitan socializar, charlar, aprender, cantar y mas que nada disfrutar de sus días de viejo aún mas y mejor que cuando eran   jóvenes.  Sin tener dudas y sabiéndome capaz para el puesto desempolvé mi currículum, guardado entre libros de cocina y revistas de Emprendedora. de Patrona.  De esa manera y con todo el miedo del mundo, sin pensarlo dos veces me presenté, y todo cerró bien (creo, me puedo equivocar), ya que   los viejos, mi vocación, el teatro y una  historia de vida fueron a encontrarse con una necesidad:  divertir y entretener grupos de personas grandes que quieren hacer TEATRO, (¡al fin mi profesión me serviría para algo monetario!)

Es así cómo desde comienzos del mes de mayo  tengo un trabajo nuevo en esta vida, descanso menos y conozco muchísimo mas la ciudad y su transporte. Los Hogares de día me reciben y me tienen paciencia con las equivocaciones de "nueva" que cometo, y  yo confieso que  estoy  muy feliz yendo de aquí  para allá, presentando propuestas, actuando y haciendo actuar, sacando cosas lindas y expresivas de cada una de las personas, llorando a mares de felicidad a veces y eso si: recibiendo cariño a dos manos .

Las personas que me recibieron con tanto afecto son muchas, y todas tienen un gran corazón y una gran generosidad para quien sólo tiene un poco de sabiduría, de oficio, mucho miedo  y enormes cantidades de amor para dar.







Querido Willi, nuestro ciego cantor , en La Justa.

En La  Justa (Hogar para personas en situación de Calle), Roque.

Pelusa, nos acompaña a cantar "Serenata para la Tierra de Uno"


El Rincón de los Amigos   www.eltallerdelrincon.blogspot.com

2 comentarios:

  1. Admirable. Me alegra que se haya producido el encuentro.BRAVOOO!!!

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  2. Qué maravilla, te felicito, es una hermosa tarea, brindar alegría y creatividad a quienes muchas veces no han tenido la oportunidad de disfrutar de esos dones de la vida. Un abrazo grandote. Andrea.

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