sábado, 4 de febrero de 2012

Día 3: Para el placer y La aventura: La Pedrera

Cosa rara en nosotras:  íbamos a pasar la noche con efebos y efebas en hostel!!!!!   (cuestión de costo, diría mi estimado administrador de empresa, don Mauro, hombre al que siempre tengo presente), asi lo hicimos, en La Paloma , al lado de la playa, contratamos la habitación con cuchetas, sábanas blancas limpias, mirada hacia la única y diminuta ventana que miraba al mar. En la galería del mismo hostel se podía charlar, tomar mate, tirarse en los colchones -antiguos colchones de lana- , escuchar música, y bueno... también había espacio para los efluvios de la cannabis, que mi amiga percibió EN EL ACTO.
  Acto seguido de llegar nos bañamos en las duchas externas, con aire de mar y puertas y pisos de madera, rústiquísimas pero efectivas a la hora del agua caliente, en la espera del turno se escuchó un hermoso comentario "ah!!!! amé esta ducha!" y me quedó como sensación de placer anónima. Armamos la cama, ya listas y nos fuimos a una noche de drinks (se imaginan) en  la Paloma:  aglomeramiento de turistas, paseíto por la feria de Artesanías, escuchar a dos chicas artistas que cantaban a viva voz con guitarra y sin micrófono frente al público que casi no apreciaba mientras comía,. Llegar nuevamente al Hostel y mediante medio alplax consensuado entre las dos, decidimos dormir sin escuchar a Vicentico, ni percibir ni la cannabis, ni el olor a pata, ni los ronquidos de nuestros acompañantes de habitacion hostelera.

atardecer bellísmo desde  la playa de  La Paloma

piletita con agua dulce
                                                           
                                                              Vista externa del Hostel
después de cuarenta años seguimos siendo amigas, ¡que lindo!
foto tomada por  amigos turistas
jardincito de casa en La Pedrera

Galería con los colchones para los efebos y efebas



Con la proa hacia ¡La Pedrera! 





Tempranito en la mañana -no se crean que la adormidera iba a hacer efecto en dos resortes ansiosos de viajes como nosotras-  salimos en silencio de la habitación, dejamos durmiendo a nuestros acompañantes ocasionales y nos dirijimos a la cocina del lugar a tomar el desayuno incluido en la tarifa.  Bandejita con tostadas, jugo, café con leche...placer en la galería  de la que ya vieron fotos.  despedida y proa hacia la próxima playita, cercana. Cuando llegamos, había densos nubarrones en el cielo, el tiempo había cambiado y se presagiaba la lluvia.
  Al llegar a la Pedrera buscamos alojamiento, caminando por el pueblito encontramos un hermoso hotel esquinero, que nos alojaba en habitación sin  ventanas y con cuchetas, por el mismo precio que habíamos pagado la noche anterior  compartiendo, con Divididos  y olores ajenos.    Ya no Thelma y Louise, sino las prosaicas Rebeca y Judith  mirando sus billeteras, aceptaron solemnemente la propuesta, ¡a dormir con la puerta abierta!


El hotelito era precioso, la galería y el restaurant miraban al mar, un sueño, además la decoración en general de muy buen gusto, la habitación doble costaba 150 dolares, pero nuestras tacañas amigas pagaron solo 60 por una noche ¡aprendan!

aqui en la veredita del hotel, en la  Pedrera, con Hortensias


Vista al mar desde la galería del hotel




  En el apuro por conocer dejamos bolsos en el auto y nos fuimos a caminar,  ¡que hermoso! a una cuadra, solo a una cuadra, encontramos un taller abierto a todos, una iniciativa de la comisión de Cultura de La Pedrera, donde nos permitiernon jugar, crear y pintar sendos paisajes inspiradas en la brutal imágen que teníamos enfrente,  ¡un verdadero placer!  van fotos



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