viernes, 26 de octubre de 2012

En el día de la Suegra

Según varias publicaciones, hoy, 26 de octubre, es  el día de la Suegra.

Mi suegra  -palabra antipática si las hay- ya no está más en este mundo. Pronto hará siete años de su
inesperada muerte, y como yo la recuerdo y la quiero, y considero que fue una mujer extraordinaria,
 es que  la mañana de su entierro preparé este escrito que he guardado. Curioso, en un país en donde esa relación es tomada en broma, yo me lo tomé en serio. Comparto las palabras para una mujer maravillosa, que entre otras cosas me dio nada más ni nada menos que su hijo mayor, con quien comparto los días.

                                                                ANDAR ANDANDO
                                                         

Alguna vez me iba a imaginar contestar “andando” cuando me preguntaran ¿cómo estás? No.
Tampoco podía pensar que era correcta la perífrasis de “andar andando” para expresar que uno  estaba  caminando, paseando, dando vueltas por ahí...  Y es que esas sencillas palabras las aprendí de ella. Marta, mi suegra. Y eso la caracterizaba para mi. El hecho de andar. De ella aprendí que uno anda y debe andar siempre, sin descanso, y levantarse aún cuando no se tienen ganas, y servir al otro, y sonreír con el alma y trabajar,  y dar, dar siempre, brindarse por entero.  La voy a extrañar en Síquiman, porque  era quien comenzaba los asaditos, quien reunía con su abrazo a un  montón de gente de todos los colores y edades, que se llegaba a compartir esos domingos, y ella “andando”, con el mate primero, el asado después, mas tarde de nuevo el mate...  Me va a faltar también alguien que diga “ni calvo ni tres pelucas” o ¡es un día de Gloria! Porque  todas esas cosas,  junto con el amor por el jardín, la felicidad de compartir una mesa, las empanaditas cordobesas dulces, los siempre arreglos de flores, la mirada estética del artista puesta en todos los detalles, todo eso seguro, me va a faltar. Y  voy a extrañar además lo que Marta me enseñó con su ejemplo : a amar inconmensurablemente, a respetar la decisión del otro, a apoyar a sea quien fuere en sus proyectos, sin críticas, sin reproches.
 Le tengo que decir gracias, Marta, por todo lo que me dio, -empezando por el Pepe- porque fui muy feliz haciéndola abuela y contándole cosas pequeñas por teléfono, porque también fui feliz trabajando duramente en esa casa que usted tanto quiso –La Quinta-,  y porque todo lo que aprendí de usted solo fue en pro de la vida, de la reunión, del amor y de la paz. Muchas gracias y, para no perder mi vieja costumbre de niña bien educada y agradecida,  le diré hoy “gracias por todo”.
los picnics  que tanto le gustaban, mis chicos, muy pequeños.


Laura María Cámara  6 de noviembre 2005  en el día del entierro de su suegra, Marta.

domingo, 21 de octubre de 2012

ahora habla el nieto (en relación a Consejos...)



Ahora habla el nieto.


Si, abuela, ya sé. Hoy cobran los jubilados. Y sin aumento.
¡Ja!  ¿te acordás? Yo, de mas o menos ocho años, en penitencia, sentado en el pasillo, mirando la pared y las manos cruzadas en las rodillas sucias, completamente mudo. Y escuché el noticiero por la radio :”hoy se le abonará a la clase pasiva, los apellidos que comiencen por…” Ahí está –me dije sonriendo- ¡la abuela me va a comprar el auto celeste de la juguetería! Y en cuanto salí de la penitencia  y le di un sonoro beso a mamá pidiéndole perdón por haberla hecho caer al sacarle la silla en que se iba a sentar, y así  desparramar en la mesa todos los fideos con albóndigas del almuerzo. Cuando  ella  me abrazó y se secó las lágrimas que rodaban por su cara enfilé corriendo  para la casa de la abuela, que vivía cerquita de la nuestra.
Lo recuerdo ahora, que estoy re-jodido, que no tengo trabajo  por más que  he enviado mil cartas y me he presentado en cien oficinas, es que siento  que no es un mundo para mi, siento que a mí me gusta jugar,  y me gusta el mundo. Y me hacés falta ahora abuela.
Yo jamás le conté a la vieja que la descompostura que te agarraste y por la que casi te tiene que internar es porque vos te morías de ganas de comer un choripán en el parque, y me invitaste, haciéndome tu cómplice, y después te regalé la risa cuando subimos al gusano loco y  te despeinaste con el viento, recuerdo cómo nos divertimos y cómo nos reímos los dos, pobre… después te tuviste que aguantar parada  mientras yo me hacía el campeón en los “autos chocadores” hasta que te cansaste y te sentaste muy enojada,  pensar que yo estaba feliz, por fin!!! Me hartaba de maniobrar mi propio autito, de andar rápido de frente y de chocar, girarlo, otra vez doblar y buscar con mis ojos tu mirada y tu saludo, abuela. Al salir del parque fue cuando nos comimos el desgraciado choripán,  yo pedí uno con mayonesa, mostaza y kétchup y no me hizo nada… pero a vos sí.
Ahora, desde donde estés yo sé que vos pensás en mi y también sabés que  con este cuerpo grande que tengo,  no  he dejado de ser un poco un niño. Y ahora que mi vida por ahí me pesa te quiero y pienso en vos y en la falta que me hacés. 
¡ Mierda con esta vida de jóven sin laburo! me digo y me repito, y se me viene tu cara dulce  que dice suavemente como esos abrazos que me faltan : - “Y bué, ya va a mejorar, siempre que llovió…paró”-
Repito tus palabras  esperanzadoras, me tiro en la cama y  poco a poco, un cachito más tranquilo... me voy a dormir.

viernes, 19 de octubre de 2012

Friends (porque fue lo que me pareció)

Patricia come livianito y toma Agua.
Andrea, Cristina y la Pato
Quiero contar un momento, un instante, algo que pasó. Fue mágico e inesperado. Una reunión de amigos.
Tengo una amiga a la que adoro,  Patricia, en realidad, adoramos, porque es amiga de los dos, de mi marido y de mí.  Con él compartió mucho más, mucho, porque compartió infancia y adolescencia y un mismo colegio, las vivencias lindas y dolorosas del crecimiento, los años de plomo de nuestra patria, la música, la educación. Conmigo la cosa es mas reciente y tiene muchos matices, las confesiones, la diversión los chismes, el jardín, la plástica. Y ambos adoramos a Patricia. Salimos mucho, vamos al campo, lloramos nuestras penas los tres, reímos y tomamos Lemon Champ también los tres, desde siempre.
Patricia nos invitó a la muestra en el  Palacio Ferreyra , se  inauguraba una restrospectiva de su padre -el pintor  José  Cárrega Nuñez, junto con la del pintor Martiniano Sciepaquerccia, extraordinarios plásticos cordobeses, y al margen de la muy buena muestra, al salir decidimos ir a comer juntos, éramos varios y ya nos conocemos de otros cumpleaños de la Pato, y nos reunimos en un barcito, plena plaza España.
Pintaba para mal: barcito chico, algo amontonados todos,calor, humedad y música ambiental , no obstante... la magia llegó:  una presta moza con sus cartas, ávidos comensales decididos a comer INMEDIATAMENTE, por lo que no hubo ni demoras ni titubeos súbitamente el barcito se había convertido en un lindo lugar  , con  mucha alegría en donde  reinaba el  humor. Variopinto el grupo: muy intelectuales: escritoras, psicoanalístas, sociólogos, comunicadores  profes y artistas conversaban vivamente, se hacían confesiones psicológicas y no descuidaban los buenos chistes ni la ironía. Y ¡llegaron los platos!
A la  mesa la vistió una fantástica presentación en platos cuadrados de ensaladas finísimas y muy gourmet, también hubo elección por parte uno de los comensales de un típico lomito, yo elegí unos sabrosos sorrentinos con filetto y crema, mucha cerveza... un placer. siempre pensando en Patricia, me quedé con la idea de que debe haber sido muy feliz en ese día, inaugurar y traer al presente a su papá, un gran  plástico, estar con la Sofi, su hija, una diosa total de casi dos metros que parece una actriz sueca, y culminar el día con amigos que la quieren y que disfrutan la comida, ¡que bueno!
Pato Cárrega y  José
Silvia y Manuel, los que se ocupan de nuestros rayes!
Andrea Guiu escritora, la Cris, comunicadora, y nuestra amiga la Pato, muertas de risa.
El Pepe -muy creativo- eligió un Lomito con papas bastón.
 Acompaño este breve relato con fotos del momento   Espero que les haya gustado, hagan comentarios!

La Patrona, octubre 2012