miércoles, 24 de octubre de 2018

lo que me gusta y lo que detesto



Lo que me gusta? la música, la poesía, las mujeres que escriben, los hombres que escriben. El arte,  conversar.  el cine.
Ya hace  varios años que estoy escribiendo este blog, pobrecito  mi alma, a veces lo abandono y lo descuido por un tiempo, como a todo,  me pasa igual con la huerta, con los libros, con las muñecas. Me conecto y me desconecto, pero esa es mi esencia.  Ahora me he propuesto reencontrarme con el blog, y si,  es un poco reencontrarse conmigo misma, ya que escribir aquí es como trazar un dibujo de  la vida de todos los días. Y como las ideas se van concatenando, cuando escribía  lo del abandono ligeramente me hizo acordar a la Vidala para mi sombra, del genial poeta y músico Atahualpa Yupanqui,  en donde las cosas se corporizan para acompañarnos, ya sea la soledad, ya sea las horas. a vos lector, sensible  te regalo esta maravilla.





 VIDALA PARA MI SOMBRA     Atahualpa Yupanqui

A veces sigo a mi sombra,
a veces viene detrás,
pobrecita si me muero
con quién va a andar.

No es que se vuelque mi vino,
lo derramo de intención.
Mi sombra bebe y la vida
es de los dos.

Achatadita y callada
dónde podrás encontrar,
una sombra compañera
que sufra igual.

Sombrita cuídame mucho
lo que tenga que dejar,
cuando me moje hasta adentro
la oscuridad.

A veces sigo a mi sombra,
a veces viene detrás,
pobrecita si me muero
con quién va a andar.

 Yo no sé si es mi sombra a la que escribo, es a mi otro yo al que hablo, esa Laura que tiene  zumbando a la Laura desordenada, a la Laura verdadera. 


Pasan los días de este año y me doy cuenta de lo mucho que me gusta hacer lo que hago, me gusta dar clases,  hacer escribir, me gusta leer la producción, me gusta guardar  lo que voy  haciendo. y hay otras cosas que fuertemente no me gustan, por ejemplo trabajar junto a personas que  son grises, aburridas, sin nada que contar, asexuadas. sin gustos, en fin, la nada misma. Eso es lo que no me gusta.


Esto hice éste año jugando:  Uno: sacar fotos.
manzanito de jardín

flor de duraznero


primeros ciruelos!


dos;  jugar con las muñecas



tres: la familia
con Pepe y Martuli
con Santi que se fue ya de casa.

y cuatro hacer la huerta, cinco: leer revistas, seis, estar conmigo misma. siete? las amigas



hubo de todo, mucho afecto, distanciamientos, corte, ruptura, tragos, comidas. Solo pongo dos pequeñas fotos de gente que aprecio mucho, pero faltan muchas amigas queridas.
Y por ahora me despido hasta la próxima nota!

                    La ex patrona, ahora patrona de si misma!

lunes, 16 de julio de 2018

menos mal!




Menos mal


Menos mal que  tengo una radio que me acompaña.
Menos mal que sigo a un locutor que pone la música que me gusta desde hace años.
Menos mal que tengo buenos recuerdos.
Menos mal que aunque muerta mi madre está conmigo. Y me canta boleros.
Menos mal que las tardes son cortas, no hago tiempo a soltar lágrimas.
Menos mal que me gusta tomar un té, o un mate sola.
Menos mal que me gusta cocinar, me entretiene y se pasa el tiempo, y sirve para que otros
disfruten los sabores ¡Menos mal!
Menos mal que me gusta el invierno, que no me quejo del vapor que sale de la boca a las siete de la mañana cuando tomo el ómnibus.
Menos mal que estoy bien abrigada, y que aunque es difícil por momentos, saber que el cuerpo del otro brinda también calor. Menos mal que converso con el otro para no monologar tanto.
¡Menos mal que me gusta conversar!


Menos mal que mis ojos leen,
 Menos mal que mis manos escriben,  crean, juegan, amasan, limpian, baten, pintan.
 Menos mal que mis brazos abrazan.
Menos mal que tengo piernas que caminan, y bailan con el viento.
Menos mal que mi padre me  enseñó  a abrazar la música, a Tchaikovsky, a Chopin. a Julio Sosa.
Menos mal que en soledad me abrazo a la música,
Menos mal que estoy sana.
Menos mal que me gusta el arte, y voy en su búsqueda.
Menos mal que la naturaleza me impregna,  el verde colorea mis pupilas, y los árboles impulsan mis pasos en el parque.
Menos mal que pude tener hijos, que los puedo querer para siempre y tener un resquicio de preocupación por sus vidas. Menos mal que soy feliz  por haberlos engendrado y que estén tan bien.
Menos mal que sé estar sola y menos mal que estoy tan bien acompañada.

Menos mal que en esta vida donde respiro hay un compañero.
Me cuesta, pero el compañero es lo mejor que me pasó, ¡menos mal que lo encontré!


Los silencios son largos,
Hay mucho varón y mucho "no jodas" en esta vida mía.
Hoy, por sobretodo me alegro de saber estar sola ¡menos mal!


domingo, 3 de junio de 2018

Chau Poldy!

En el recuerdo de una escritora de cuentos tristes. Poldy Bird.





Recuerdo que  en una de las etapas de la vida que transito, fui ama de casa. ¿qué quiere decir esto? Que sólo desempeñé el trabajo doméstico  de manera regular y mi trabajo estaba en casa, lo recuerdo y digo ¡que lindo momento! Cocinaba, hacía las compras yo misma, tendía las camas de mis hijos y limpiaba nuestra casa. Vale decir que soy muy mala ama de casa, pues  soy  una persona desordenada e improlija, artista, caótica, creativa y que se las arreglaba como podía en ese momento. Pero nadie en la familia se quejaba, comían comida rica y encontraban ordenado cada cual su pequeño mundo. 
Por aquellos días, mis jornadas siempre se acompañaban de la radio, y había una emisora que me encantaba por más que ya para entonces había renunciado a la religión. La emisora en cuestión se llamaba (existe en la actualidad) Radio María, y su conductora -a todos nos da mucha risa la asociación- se llamaba  Gabriela Lasanta.   Un buen día mientras trabajaba en la cocina, de esto hace varios años, murió Eladia Blazquez, que es una compositora extraordinaria, autora de canciones fabulosas inspiradoras para nuestra vida cotidiana de gente común, Eladia nos regaló "yo quise ser un barrilete",  " Honrar la Vida" y otras bellezas, Gabriela la despidió en la radio con un fuerte" "¡¡¡Chau Eladia!!!!"  y toda la mañana mi casa se pobló  de canciones que Eladia había compuesto, con su genio y extraordinario potencial artístico.



 Hoy, un día en el que tengo ya cincuenta y siete años, sigo siendo improlija y pésima limpiadora, mi hogar se ordena porque todos ordenamos cada uno sus cosas, y los chicos ya han crecido y limpian también, sin embargo, para bendición de todos hoy tengo un trabajo maravilloso, en el que estoy al menos unas ocho horas fuera, y estar fuera es que todos estén en paz, no hay radio, ni la tele prendida todo el día, la cocina está ordenada y las compras hechas, la Patrona no almuerza aqui, por lo tanto...  y bueno... se cocinan algo y ¡santas pascuas!, pero... ¿qué diablos tenía que ver todo este relato con el título del artículo?

No se ría el lector, usted ha caído en el blog de la Patrona, y la patrona -ya lo mencionó antes-¡Es desordenada! y  su inconsciente está lleno de huecos y recovecos, y escribe y trae, y saca y pone, como quien cocina un verdadero puchero (¡qué rico en este invierno!)  La patrona eligió  hoy recordar a una escritora querida que murió el viernes, y no le adiós dice de cualquier manera, ¡no! Se lo dice como se lo dijo también un día  Gabriela Lasanta a la genia de Eladia Blazquez ¡Chau Poldy!

Poldy Bird tenía setenta y seis años, y se murió. Hubiera pasado como una necrológica más, sino hubiera sido que fue la escritora triste de los años setenta,  la señora que escribía cuentos tristes, que perdió a su mamá de muy chiquita y quien se hizo muy amiga de la señora melancolía, abriéndole su casa a lo largo de su vida y permitiéndole entrar muy tranquilamente.
Yo la quería mucho, por más que no era considerada  una "gran" escritora,  Poldy me había tocado en la fibra íntima y me gustaban sus cuentos tristes, la seguí siempre, desde la revista Vosotras que leía con fruición en la peluquería mientras acompañaba a la Gorda a hacerse los ruleros. Acompañar a mi madre era un  pretexto para ir acercándome al mundo de las mujeres, de la sexualidad, de los secretos bien guardados, de la estética femenina, y de la literatura escrita por mujeres, ya que en las revistas se publicaban muy buenos artículos. Aprendí a no llorar  al leer y a leer el cuento por el cuento mismo, aprendí a amar a los personajes, a adorar las locaciones de los cuentos, a  entender el amor entre las personas, de muy chica,  como buena curiosa que soy. Como niña que era. amé también  a Verónica y me desgarró saber que un día, también muy joven tuvo un ACV  que le quitó la vida, y la arrancó de su madre.  Un dolor gigante  entre muchos, muchos dolores que tuvo la escritora en su vida. 
Poldy también es muy querida por José, mi marido  y por mi,  porque uno de sus cuentos es "La casa donde me llamaban Poldita", un precioso relato sobre la casa de su abuela y de todo lo que su abuela inglesa le había enseñado. Cada vez que leemos ese cuento los dos lloramos, recordando nuestras propias abuelas, nuestras propias visitas a las casas de nuestras abuelas, todas comidas que nos hacían las abuelas, sus casas grandotas, las casas en  que hemos vivido y que ya no están y todas las caricias que ya nunca más recibiremos. ¡qué tontos, siempre terminamos llorando, pero nos damos cuenta también de cómo disfrutamos los dos esos cuentos y esos recuerdos bellos!


Te recuerdo hoy Poldy, escritora de la infancia y de la adolescencia, escritora de Vosotras, escritora gordita y con la cara redonda, igualita que la de la Gorda, mi madre. Te recuerdo y te agradezco que hayas escrito tus cuentos hermosos y llorosos. Sin quererlo  me has dejado un legado, el de escribir, el de escuchar y sentir felicidad en escuchar hermosas historias. Hoy te despido, sin tristeza, sólo con una lagrimita que se me escapa, y,
 desde el portal de una casa grande con galería inglesa, hoy, a mis cincuenta y siete, levanto los ojos al cielo para decirte ¡Chau Poldy!






domingo, 8 de abril de 2018

Al -siempre- encuentro con Mary Poppins


Día domingo de lluvia, al fin la lluvia para una tierra seca.


No estamos acostumbrados a estar  en casa mirando llover. Todos queremos aturdirnos y visitar  lugares llenos de gente, mirar vidrieras, comprar, pasear, tomar el auto, huir del hogar.

Para quien redacta éstas líneas es todo lo contrario. Ya un domingo es un regalo de bienestar y"dolce far niente", hacer sólo lo que a uno le gusta y para lo que uno esté con ganas. Mucho más si llueve y la cama o el sillón invitan al descanso y al placer.


  En la televisión presentan una película que me gustó y que por supuesto me llevó a la infancia, no me la pierdo y la veo por enésima vez, con la misma fascinación :  "Al encuentro de Mr Banks,  pero para ser mas directa  diré que es una peli en donde se trata la relación que tiene Walt Disney con la escritora Pamela Travers, australiana, y autora de las novelas para niños cuyo personaje principal es Mary Poppins. Una vez más disfruto del hacer de una obra de arte, la elección de los actores, la partitura cantada por los compositores, la búsqueda de las locaciones de la película, los actores protagonistas  que están fabulosos en sus actuaciones.  Todo me gusta, y me  emociona, es ése el quid, la emoción.
Estoy segura de que en el tiempo libre voy tomando los hilos de mi persona y ésos hilos me llevan por  caminos inesperados, a veces al futuro, cuando me permiten  pensarme como  señora con años, y  a veces,-las más- al pasado, al histórico y viejísimo pasado de la niñez, y ahí la encuentro a Doña Mary Poppins, sonriente y de lo más campante, con su impermeable oscuro, el paraguas y las botitas  impecables, volando feliz en el cielo londinense. 
 La película es del año 1964, pero creo  que el furor llegó a mi barrio un rato mas tarde, porque yo no me olvido de los momentos de juego con la muñeca, que no era mía obviamente, sino de mi amiguita de enfrente, Caroline,  a cuya madre francesa le debo muchísimo:  el hablar y haber estudiado esta lengua maravillosa, el francés y  el haber  conocido a las muñecas Barbie, no las americanas a quienes estoy vistiendo hasta hoy, sino a Barbie francesita, mas pequeña y menos sensual. El idioma francés y las muñecas, son  amores y pasiones que profeso hasta hoy.
Y hoy como ayer la película de  Mary Poppins retrata a la sociedad inglesa con todos sus  claroscuros, los padres que no se comprometían y que delegaban la educación de los chicos. El fin del siglo XIX y la era industrial, la desocupación y los bancos, las mujeres que deseaban tener voz y voto pero sobre todo como espectadores encontramos a esta encantadora   institutriz que viene a  reemplazar  en mucho a la madre en la educación, aportando a los niños el vuelo, las canciones, la magia.
Oh Mary Poppins  ¿En quién me harás pensar? Ja ja! indudablemente en mi propia gorda madre, tan ocupada en otras cosas y delegando la educación muchas veces en empleadas de la casa!
 Una institutriz cantora, aventurera, divertida, un regalo del cine y de un cerebro inquieto como el de Mrs Pamela Travers, Cuanto se lo agradezco!
  Los libros de Mary Poppins,las canciones, los actores  Dyck Van Dyke y Julie Andrews sin quererlo han decorado el cielo de toda mi infancia.  En ése cielo me vuelvo a encontrar
con mi amiga Caroline, con las calles del barrio universitario y obrero. Un barrio con caballos de hipódromo, con estudiantes, y con madres  de los años sesenta  que nos educaron con mucho amor, mucha cultura, y también un poquito de desentendimiento.
En la tarde lluviosa de domingo, hoy te volví a ver,  Mary Poppins,  y disfruté de saber que siempre vamos a ser  amigas!

sábado, 31 de marzo de 2018

Unas chicas sin ropa llegan al mundo de la patrona.


Enero

 Morir de calor, un largo verano caluroso.

Lecturas y ahora  la plataforma Netflix me dan felicidad. en pocos  días me hago adicta, yo, que había sostenido el no tener a mano otro medio ni  red social mas que la radio AM en la casita de campo, véanme ahora, agarrada a la tablet siguiendo una serie.  Y  la sigo, con sus temporadas. Adoro a Merli, y a todos sus peripatéticos, sus extraordinarias clases de filosofía. y sigo luego con "Grace y Frankie"  porque ahí trabaja  Jane Fonda junto a Lily Tomlin.  Las dos nos dejan una clase maestra de lo que es ser viejo con onda, esa clase de viejo que yo quiero ser, estar bien y con onda, la pregunta es.. Llegaré asi?

Pasan los días de febrero y retomo el trabajo y la rutina, los ómnibus, los recorridos, y también volver a mi casa tan querida, la cama que me espera a la noche, mi familia hambrienta aguardando  la comida del atardecer, el abrazo de mi marido, la rutina.
  El año ha comenzado nomás!


\
Un buen día llega mi vecina, Alessandra, ya la conocen, hace algunos años vivimos juntas un espisodio muy doloroso, y nos acompañamos en  ese espanto que fue la muerte de su hijito Francesco, (está en el blog, busquen!)

Ale, su hijita Iulia y yo


Alessandra me hace un extraño pedido: - "Serías capaz de vestir un grupo de mujeres desnudas?"-
 En un primer momento me pongo a reir, imaginándome la escena descabellada, Entonces Ale  replica que no son mujeres de carne y hueso sino  muñecas, que  ella junto a amigas solidarias fueron pidiendo, juntando, solicitando, para hacer una subasta y llevar útiles escolares a un jardín de infantes de la zona, un jardincito donde falta de todo.

La patrona, (o sea yo, que me sigo divirtiendo con ese personaje) entonces, tomó su cajita de costura, su par de anteojos -que ahora ha perdido y lamenta mientras escribe esta nota, la primera del año 2018- ,  y se puso a  buscar los retazos de tela que prolijamente había guardado y escondido.  Ella no es precisamente Marie Kondo, no! La patrona es una acumuladora de porquerías, hilos, revistas de moda, de cocina, de decoración, lanas, muñecas de distintos países, libros mil, lápices, notas, fotografías, y mil etcéteras vergonzosos. Si, ya sé , no se debe acumular, pero... quién no lo hace?  Es muy difícil ser austero y tener lo justo, mucho más lindo es saber que esas pequeñas cosas, como decía don Joan Manuel Serrat, nos hacen que lloremos cuando nadie nos ve.  ( entre nosotros, confieso que es una delicia llorar a solas!)

 Y les cuento a ustedes el recorrido  de esta aventura.
Lo primero que hice cuando me llegó la caja con todas las preciosas, desnudas las más, vestidas muy feo las otras, muchas despeinadas, todas sonrientes, fue abrazarme a ellas, y reír de felicidad, -Gracias Ale! -pensé-  Me has dado la bellísima y creativa tarea de vestir chicas, de jugar a las muñecas a la edad que tengo, de liberar el costado creativo y de moda, que poquito existe en mi en este mundo de varones.

  Una vez tomado contacto, procedí a fotografiar el grupo de féminas, jugando a que no estuvieran tan desvestidas.  apelando a hojitas y a telas, llevando a esas Evas algo de pudor,(no sé porqué, si es tan lindo estar  desnudo!) y con la libertad del artista que todavía tengo,  jugué a que Barbie se permitía bañarse junto a otras amigas, y sacarse toda la suciedad de muchos momentos de juegos, horas de viaje en una  caja , mugre de dedos   de niña, maltrato de peines y de cepillitos. Entre burbujas  Barbie y sus amigas se bañaban sensualmente,  y la espuma las relajaba y largaban todas las risas y toda la felicidad 





 y asi fueron pasando los  días,  como diría mi hermano Sebastián, "a un metro del suelo" es decir, jugando como una niña, cosiendo, hablando como adulta  a ese pequeño ser inanimado,  que a partir del momento en que se viste cobra una vida, una profesión, un nombre .

 Estoy muy contenta con la loca tarea que emprendí, he creado mucho y he cosido horas, y les llevé a las chiquitas de barrio Polinesia, el fruto de mi trabajo, hicieron una feria y ganaron unos pesitos necesarios para útiles escolares. 







Esta es una de las últimas partidas de chicas vestidas, hay una bella con kimono, una francesa con traje de noche, y todas, han sido muy queridas y valoradas por quien diseñó y cosió con toda la paciencia y la presbicia de sus ojos



Afuera de las chicas se esparce la violencia del mundo.  Afuera  está la rutina, el cansancio, la  tarea de todos los días. Al atardecer, cuando vuelvo de mi trabajo,  me doy una vueltita por el estudio desordenado,  Busco la caja, o la bolsa con las telas y encuentro a  Barbie que me mira y me pide un vestido, una trenza nueva, o que le saque una mancha de la cara, me permito  también a sacarles el rótulo de princesa, y también su ridículo atuendo, a unas preciosas muñequitas Disney, que están hartas de castillos y que quieren y merecen otro trabajo. Un oficio y un trabajo real, del siglo XXI. A escondidas, porque seguro que alguien podría pensar que estoy loca de remate, busco a las muñecas y  por un ratito me entrego al juego creativo, y,  créanme,  no me arrepiento.

 En cualquier edad de la vida jugar hace bien, nos emociona, nos estimula, y jugar le da a la vida de todos los días un condimento de felicidad.





destinataria, con cara de alegría

mi amor, cuánta dulzura con ese pelo!

esos ojitos! soy feliz!

apostillas del año 2017

Enero comienza con el año, hace calor y buscamos descanso.






 sentarnos en un parque, apreciar el verde que se nos hizo esquivo durante todo el año,
Queremos a toda costa huir de la ciudad, de la rutina, tomar unos días de sol y lecturas lejos de  la gran ciudad y nuestro trabajo agobiante. No siempre se puede huir, no siempre se puede escapar. A menudo es bueno reconocer que nos tenemos que quedar porque no podemos salir, pero el deseo está, y lo instalamos en nuestras cabezas.

Febrero: calor,  a veces tormentas, vamos al rio?



Marzo empieza la tarea grande, las planificaciones, los horarios fuertes, los alumnos.
¡que lucha! A no quejarse, es el trabajo y es una tarea que me gusta, el teatro,la poesía, los talleres  de escritura, ¡A empezar la tarea entonces!
Abril, mayo son dos meses de plenísimo trabajo, ésta vez con cosas lindas, con aniversarios de Hogares.
               Para el aniversario del Hogar Justa Fragueiro de Moyano, me tocó justamente interpretar a ella, a Doña Justa, y actué junto a mis alumnos. fue inolvidable.

Doña Justa vivió en  esta casa, de calle Entre Rios 333,  con su marido fueron muy felices y tuvieron tres hijos que no dejaron descendencia,  en un testamento dejó expresado que su voluntad era dejar este patrimonio para ancianos sin casa propia. A la representación vinieron a vernos sus  sobrinos nietos Juan Fragueiro y Gustavo Fragueiro, ¡con quien nos hicimos amigos! 



Mu¿¿¿